Otra mosca matada de un colazo. Fuera dobles sentidos guarros, esto es de verdad. Tengo el corazón partido en dos, como se suele decir, y no sé qué partes corresponde a cada lado, pero una me pide volver a enamorarme/engancharme/encapricharme... (Llámalo x) y la otra me lo prohíbe. El cerebro no quiere hablar con el corazón, están enfadados desde la última vez. Pero es luego ir al juego de miradas y caer.
Todo comienza con eso, con un cruce de miradas, tú no sientes nada, ni siquiera te has fijado en la otra persona, pero un cruce de miradas y comienza todo. Simplemente quizá fue una mirada de asco, de vergüenza o vete tú a saber por qué demontres te miraba, pero la cosa es así: te mira, le miras y te quedas con el bicho tras la oreja de por qué te ha mirado, te fijas y vuelve a mirarte (puede ser simple casualidad) pero en tu cabeza queda el hecho grabado. Con el paso de los días reflexionas y en tu cabeza se repite la misma imagen hasta que finalmente eres tú quien buscas las miradas, a veces las consigues a veces no (a saber también por qué te mira otra vez) y de ahí a sentir atracción (no física primero), dos migajas de pan. Incluso empiezas a encontrarlo atractivo dentro de su mediocridad (no se tome esta palabra en su sentido malo, lo mediocre es lo normalillo, nada del otro mundo) y si me apuras hasta imaginas el día a día con esa persona, todo en poco tiempo, en pocos meses o días, puede que semanas.
Y claro, siempre hay días que se presentan oportunidades de lanzarte pero las echas a perder y finalmente descubres que no te apetece seguir (como a mí no me apetece terminar de escribir esto, se me ha ido el hilo y escribo cosas que se me vienen a la cabeza). Y te deprimes porque ves que todo aquello que ha pasado ha sido obra de tu puñetera cabeza que lo ha imaginado y creado, pura fantasía y ficción. Y todo a veces sin saber su nombre ni nada. Y caes en bajón, como tantas otras veces. Y te castigas pensando en lo solo que estás y que nunca encontrarás a nadie, naciste para estar solo, siempre lo has sabido. Y vuelves a la cabeza que se tortura y te autoflagelas la mente. Quizá nunca sea fantasía y realmente el otro quiso algo, pero tu cabeza lo cortó y tú también por hacerle caso a la gilipollas. En mi opinión, creo que la cabeza juega así con nosotros porque está enfadada con el corazón por algo que le hizo y quiere vengarse. Sea lo que sea, la vida se ve igual de mierda desde el caleidoscopio.
Pero no se puede hacer nada por cambiar, puede que un día vengan príncipe o princesa a salvarte, o quizá vinieron y esos pensamientos no fueron creados sino verdaderos. Ay, mira, yo qué sé, de nuevo la incertidumbre arde en la lumbre (Eso es de Gaite, ¿lo has notado?) y nos jode mucho. Aquí cada uno con su drama que yo acabo esto. Encima llevaba dos párrafos diciendo tonterías.